Dar las gracias, no cuesta dinero, no hace falta tener unos conocimientos previos, y tampoco hace falta pedir permiso. Por lo general, debe de ser un hábito de educación y costumbre, sencillo, habitual, profundo y sincero. Un «gracias» de corazón es más que una simple palabra, cambia las actitudes y energías de quien lo daSigue leyendo «Gracias.»